Ramón Trecet decía al terminar su programa de música en Radio 3: “Buscad la belleza, que es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo”. Esta frase se me quedó grabada desde el momento en que la oí, cuando era todavía sólo un chaval, hará ya unos 15 años. Pero ya desde mucho antes, buscaba la belleza, entre otras cosas, en las fotos de los libros de naturaleza que había en el salón de casa de mis padres. Por algún motivo solía hacerlo los viernes por la tarde. Y ahora, otro viernes, aunque de noche ya, decido subir al blog, una foto mía que refleja belleza, por muy arrogante que eso pueda sonar.
La belleza es algo realmente subjetivo y que de algún modo, entre todos hemos llegado a idealizar de una manera totalmente equivocada, desde mi punto de vista. Todos deseamos ver esos paisajes impresionantemente bellos que vemos en los documentales o en el National Geographic, y si no son como aquellos, nos sentimos desdichados o hasta defraudados. Si vamos a observar aves y no vemos una gran rapaz o alguna especie poco común, podemos llegar a pensar que no ha valido la pena la excursión, como diciendo que esas aves determinadas son más bellas que quizás un "simple" petirrojo. Siempre queremos tener una casa, o un coche, o cualquier otra cosa material, más grande, más bonito y más lo que sea, que si no, nos sentimos insatisfechos. ¿Por qué debemos guiarnos por esas premisas sobre lo que es o no es bello? Recuerdo que una amiga llevaba un día puesta una camiseta que decía: “La belleza está en los ojos del que mira”. Poco más se puede decir después de semejante pensamiento. Si tan sólo pudiera mirar con otros ojos a mi alrededor, podría observar cantidad de pequeños (o grandes) detalles que muestran esa belleza que Trecet nos propone buscar.
Hace no mucho tiempo me planteé dejar de esperar grandes cosas en mi vida y simplemente dedicarme a disfrutar de esos pequeños momentos, lugares o detalles que se suceden cada día, y la vida se vuelve mucho más bella. Del mismo modo en la fotografía me propongo buscar la belleza no sólo en los imponentes paisajes o animales, sino también en los más comunes o en aquellos que pasan desapercibidos. De este modo presento una foto que no es de las mejores, pero que me sigue pareciendo llena de belleza. La saqué en Noruega, rodeado de un paisaje precioso, con montañas con nieve y lagos a sus pies. Pero no menos bellas era las pequeñas plantas que crecían bajo mis pies.
Hace no mucho tiempo me planteé dejar de esperar grandes cosas en mi vida y simplemente dedicarme a disfrutar de esos pequeños momentos, lugares o detalles que se suceden cada día, y la vida se vuelve mucho más bella. Del mismo modo en la fotografía me propongo buscar la belleza no sólo en los imponentes paisajes o animales, sino también en los más comunes o en aquellos que pasan desapercibidos. De este modo presento una foto que no es de las mejores, pero que me sigue pareciendo llena de belleza. La saqué en Noruega, rodeado de un paisaje precioso, con montañas con nieve y lagos a sus pies. Pero no menos bellas era las pequeñas plantas que crecían bajo mis pies.
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Creo que se trata de una vellosilla (Hieracium pilosella). |
Me piace molto. Hoy estoy con estas valoraciones también, porque si miras toda el dibujo, es para deprimirse, pero si ves esos maravillosos detalles que el Creador a dejado por ahi, es cuando aún tienes para sonreir.
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